Me gusta la cocina hindú. O las diversas cocinas hindúes.
Así que, además de frecuentar restaurantes hindúes también me gusta cocinar (de vez en cuando).
El problema surge cuando las recetas tienen como ingrediente el Ghi o mantequilla clarificada.
No es un ingrediente fácil de encontrar en muchos países.
Y, sin embargo, es un ingrediente fundamental e insustituible, especialmente por el maravilloso sabor que le transfiere a la comida.
Pero todo tiene solución.
El Ghi se puede elaborar en casa fácilmente.
Esta es la manera:
Se hace a partir de mantequilla normal. Lo adecuada, claro está, es comprar mantequilla de muy buena calidad, sin sal.
Basta calentar la mantequilla en un recipiente, preferiblemente con el fondo grueso para evitar que se queme. El fuego no debe ser muy potente, por la misma razón.
Cuando comience a hervir se irá formando espuma en la superficie. En ese momento se baja el fuego al mínimo y se mantiene el recipiente destapado.
Hay que ir retirando los grumos sólidos que irán apareciendo en la superficie.
Y siempre procurar que no se queme lo que se advierte porque se irá oscureciendo y olerá fuerte.
Para un kilo de mantequilla el proceso tardará una media hora.
Al final se habrá reducido un 20% y el resultado será un líquido de color ámbar suficientemente claro como para que se pueda ver el fondo del recipiente. En la India lo llaman "oro líquido".
Llegados a ese punto se vierte en un bote y se deja enfriar (destapado).
Finalmente, ya frío, lo tapamos y guardamos.
Como hemos eliminado las sustancias susceptibles de enranciarse el Ghi se conserva muy bien, incluso sin necesidad de guardarlo en la nevera o frigorífico.
El Ghi se puede reutilizar varias veces si se utiliza para cocinar verduras y si no se ha quemado. Para ello basta dejar escurrir los alimentos en un escurre verduras y filtarlo. Eso si, si después de filtrarlo está oscuro no debe reutilizarse.
Y ahora... ¡a buscar recetas!
Un buen punto de partida: RECETAS DE COCINA.
Así que, además de frecuentar restaurantes hindúes también me gusta cocinar (de vez en cuando).
El problema surge cuando las recetas tienen como ingrediente el Ghi o mantequilla clarificada.
No es un ingrediente fácil de encontrar en muchos países.
Y, sin embargo, es un ingrediente fundamental e insustituible, especialmente por el maravilloso sabor que le transfiere a la comida.
Pero todo tiene solución.
El Ghi se puede elaborar en casa fácilmente.
Esta es la manera:
Se hace a partir de mantequilla normal. Lo adecuada, claro está, es comprar mantequilla de muy buena calidad, sin sal.
Basta calentar la mantequilla en un recipiente, preferiblemente con el fondo grueso para evitar que se queme. El fuego no debe ser muy potente, por la misma razón.
Cuando comience a hervir se irá formando espuma en la superficie. En ese momento se baja el fuego al mínimo y se mantiene el recipiente destapado.
Hay que ir retirando los grumos sólidos que irán apareciendo en la superficie.
Y siempre procurar que no se queme lo que se advierte porque se irá oscureciendo y olerá fuerte.
Para un kilo de mantequilla el proceso tardará una media hora.
Al final se habrá reducido un 20% y el resultado será un líquido de color ámbar suficientemente claro como para que se pueda ver el fondo del recipiente. En la India lo llaman "oro líquido".
Llegados a ese punto se vierte en un bote y se deja enfriar (destapado).
Finalmente, ya frío, lo tapamos y guardamos.
Como hemos eliminado las sustancias susceptibles de enranciarse el Ghi se conserva muy bien, incluso sin necesidad de guardarlo en la nevera o frigorífico.
El Ghi se puede reutilizar varias veces si se utiliza para cocinar verduras y si no se ha quemado. Para ello basta dejar escurrir los alimentos en un escurre verduras y filtarlo. Eso si, si después de filtrarlo está oscuro no debe reutilizarse.
Y ahora... ¡a buscar recetas!
Un buen punto de partida: RECETAS DE COCINA.
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