viernes, 25 de noviembre de 2011

Como cambiar un videojuego que ya has abierto por cualquier otra cosa en un centro comercial

Posiblemente ya te ha pasado alguna vez.

Compras un videojuego, le quitas el pĺastico, lo abres, lo pruebas y no te gusta.

Entonces te cagas en la industria que hizo semejante bodrio y lo vende sin mayor vergüenza por una cantidad de dinero insultante.

O algo así.

Vuelves al centro comercial a devolverlo y te sueltan el rollo de que como ya lo has abierto y/o le has quitado el precinto no admiten la devolución.

En un arranque de "generosidad", como mucho, acceden a cambiártelo por otro exactamente igual (mismo título).

Llegados a ese punto, oh, maravilla: caso resuelto.

Pim Pam, ¡toma Lacasitos!



De nada, a mandar.